viernes, 9 de diciembre de 2011

Fauna cercana: El cormorán

Le veo a menudo, secando sus plumas al sol, en la plataforma de hormigón verde, junto a las escalerillas para bajar al mar. En cuanto me acerco móvil en mano para hacerle una foto, se sumerge raudo en el mar, desapareciendo en un instante (pero algún día conseguiré retratarlo, aunque tenga que ir ataviada cual ninja).

Pertenecen al género Phalacrocorax (del griego φαλακρος/falakros, “calvo” y κοραξ/kórax, “cuervo”). 

Se alimentan de peces que capturan bajo el agua, en la cual pueden sumergirse durante más de un minuto (hasta minuto y medio) alcanzando profundidades cercanas a los 10 m. Pero su plumaje no es completamente impermeable en las zonas de alas y cola (lo cual, por cierto, les permite deslizarse bajo el agua con facilidad al aumentar las plumas mojadas su peso), por lo que han de volver a tierra tras cada zambullida para secarse con el sol y el aire.

En China y Japón se emplean cormoranes para la pesca. En algunas localidades esta práctica se utiliza desde hace unos 1300 años. También en Europa se recurre a los cormoranes para pescar, en Macedonia, y en otros países del oeste del continente se utilizó a estas aves principalmente entre los siglos XVI y XVII. 


Os preguntaréis cómo se pesca de esta manera, claro. Veréis: se captura a las aves y se las entrena para la pesca. Se necesitan unos tres años para entrenar a un cormorán salvaje. A las aves les colocan un cordel, un lazo o una anilla en la parte inferior del cuello, lo cual le permite tragar sólo peces pequeños. Cuando el ave captura un pez grande, e intenta tragarlo, queda atrapado en su garganta. El pescador le hace volver a la barca, tirando de la cuerda que le sujeta (al cuerpo), y le extrae el pez, disponiéndole de nuevo para realizar más capturas.



Notas:

1. Tradicionalmente se les incluyó en el orden de los pelecaneiformes (sí, como los pelícanos), pero debido a conclusiones extraídas por estudios recientes se les incluye en el orden de los suliformes (junto con alcatraces, fragatas y aves serpiente).

2. Hay 42 especies de cormoranes.

3. El Phalacrocorax harrisi, o cormorán no volador o cormorán de las Galápagos, es el único que ha perdido la capacidad de volar. Y es también el más grande de su familia, ya que mide 89-100 cm de longitud y pesa hasta 5kg.

4. El Phalacrocorax pygmaeus, o cormorán pigmeo es el más pequeño: 45 cm y 340 gr de peso.

5. El Phalacrocorax perspicillatus, cormorán de Pallas o brillante, era el más grande, con un peso medio de 6,3 kg. Se extinguió a mediados del siglo XIX, gracias a la caza indiscriminada que sufrieron por parte de balleneros y comerciantes de pieles, que disfrutaban de la presencia de estas aves en sus platos (hasta que acabaron con ellas).

6. La esperanza media de vida de los cormoranes es de unos 14 o 15 años, aunque se sabe que  una de estas aves llegó a vivir 26 años.