viernes, 9 de diciembre de 2011

Fauna cercana: El cormorán

Le veo a menudo, secando sus plumas al sol, en la plataforma de hormigón verde, junto a las escalerillas para bajar al mar. En cuanto me acerco móvil en mano para hacerle una foto, se sumerge raudo en el mar, desapareciendo en un instante (pero algún día conseguiré retratarlo, aunque tenga que ir ataviada cual ninja).

Pertenecen al género Phalacrocorax (del griego φαλακρος/falakros, “calvo” y κοραξ/kórax, “cuervo”). 

Se alimentan de peces que capturan bajo el agua, en la cual pueden sumergirse durante más de un minuto (hasta minuto y medio) alcanzando profundidades cercanas a los 10 m. Pero su plumaje no es completamente impermeable en las zonas de alas y cola (lo cual, por cierto, les permite deslizarse bajo el agua con facilidad al aumentar las plumas mojadas su peso), por lo que han de volver a tierra tras cada zambullida para secarse con el sol y el aire.

En China y Japón se emplean cormoranes para la pesca. En algunas localidades esta práctica se utiliza desde hace unos 1300 años. También en Europa se recurre a los cormoranes para pescar, en Macedonia, y en otros países del oeste del continente se utilizó a estas aves principalmente entre los siglos XVI y XVII. 


Os preguntaréis cómo se pesca de esta manera, claro. Veréis: se captura a las aves y se las entrena para la pesca. Se necesitan unos tres años para entrenar a un cormorán salvaje. A las aves les colocan un cordel, un lazo o una anilla en la parte inferior del cuello, lo cual le permite tragar sólo peces pequeños. Cuando el ave captura un pez grande, e intenta tragarlo, queda atrapado en su garganta. El pescador le hace volver a la barca, tirando de la cuerda que le sujeta (al cuerpo), y le extrae el pez, disponiéndole de nuevo para realizar más capturas.



Notas:

1. Tradicionalmente se les incluyó en el orden de los pelecaneiformes (sí, como los pelícanos), pero debido a conclusiones extraídas por estudios recientes se les incluye en el orden de los suliformes (junto con alcatraces, fragatas y aves serpiente).

2. Hay 42 especies de cormoranes.

3. El Phalacrocorax harrisi, o cormorán no volador o cormorán de las Galápagos, es el único que ha perdido la capacidad de volar. Y es también el más grande de su familia, ya que mide 89-100 cm de longitud y pesa hasta 5kg.

4. El Phalacrocorax pygmaeus, o cormorán pigmeo es el más pequeño: 45 cm y 340 gr de peso.

5. El Phalacrocorax perspicillatus, cormorán de Pallas o brillante, era el más grande, con un peso medio de 6,3 kg. Se extinguió a mediados del siglo XIX, gracias a la caza indiscriminada que sufrieron por parte de balleneros y comerciantes de pieles, que disfrutaban de la presencia de estas aves en sus platos (hasta que acabaron con ellas).

6. La esperanza media de vida de los cormoranes es de unos 14 o 15 años, aunque se sabe que  una de estas aves llegó a vivir 26 años.



sábado, 26 de noviembre de 2011

Como setas


Estamos ya en plena época en la que proliferan por doquier cual hongos personas armadas con navajas y cestas de mimbre, en busca de setas comestibles. 

En contra de lo que pueda parecer, las setas no son vegetales o plantas, sino que pertenecen a un reino aparte: el reino fungi.

Desde la organización en reinos de Aristóteles (que diferenciaba entre los reinos animal y vegetal), la clasificación del sueco Linneo, en 1735 (considerado el creador de la taxonomía de los seres vivos), y los siguientes sistemas clasificatorios hubo un cambio debido al uso de una herramienta de enorme valor: el microscopio. En la actualidad, aunque se sigue discutiendo la clasificación, la más aceptada es la de los tres dominios:

Dominios
Reinos
Bacteria

Archaea
Eukarya
Animalia
Plantae
Fungi
Protista

Fungi (“hongos” en latín), es un reino diferenciado porque, entre otras cosas, los organismos designados por él poseen paredes celulares compuestas por quitina2, mientras que las plantas contienen celulosa. Algunos, además, crecen y/o actúan como parásitos de otras especies.

Los hongos carecen de clorofila y no pueden fabricar su propio alimento. Deben vivir como parásitos (en organismos vivos) o saprófitos (obteniendo su energía de materia orgánica muerta o detritos desechados por otros seres vivos). También pueden vivir en simbiosis (como los líquenes, hongos asociados con algas). 

Desempeñan un papel esencial en la naturaleza, por su función de “reciclado” de materia orgánica y nutrientes.

Hay hongos que pueden resultar de mucha utilidad, mientras que otros pueden infectar a plantas o animales, enfermándolos.



Hongos peligrosos

El hongo ergot o cornezuelo (claviceps purpurea) produce el ergotismo, también conocido como “fiebre o fuego de San Antonio”. Este hongo contamina principalmente el centeno (y también, pero de manera menos frecuente, el trigo, la avena y la cebada). Produce un potente vasoconstrictor que es precursor del LSD. El envenenamiento por ergot produce alucinaciones, convulsiones, y contracción arterial, que puede llevar a la pérdida de extremidades por gangrena. Muchas víctimas lograban sobrevivir pero quedaban mutiladas: podían llegar a perder todas sus extremidades. Otra variante de esta intoxicación se producía con intensos dolores abdominales que finalizaban en una muerte súbita. 


 Tan frecuentes eran las intoxicaciones por este hongo durante la Edad Media, probablemente producidas por el consumo prolongado de pan de centeno contaminado, que se crearon hospitales en los que los encargados de cuidar a estos enfermos eran frailes de la orden de San Antonio, quienes llevaban hábito oscuro con una gran “T” azul en el pecho. Para su cura, se aconsejaba acudir en peregrinación a Santiago de Compostela: en el camino, se encontraba el convento de San Antón, a las afueras de Castrojeriz, en el que se preparaba en pan de San Antonio, elaborado contra enfermedades y “peligros de mar y tierra”. Este pan se elaboraba con trigo de candeal…

San Antonio rodeado por víctimas del "Fuego"


Las aflatoxinas son toxinas (micotoxinas) cancerígenas, producidas por muchas especies del género de hongos Aspergillus. Se han empleado incluso como armas de guerra biológica (se dice que en Irak, Saddam Hussein ordenó producirlas en 1989).

La infección conocida como pie de atleta está causada por un hongo (deuteromiceto) que infecta el área situado entre los dedos de los pies. Produce una llaga inflamada desde la que las esporas pasan fácilmente a otras personas. Cuando los hongos infectan otras áreas, como el cuero cabelludo, producen una llaga escamosa roja llamada tiña.

La Candida albicans crece en regiones húmedas del cuerpo. Puede provocar candidiasis o incluso candidemia.

Las esporas de varios hongos (por ejemplo, Alternaria), pueden causar alergias.


Hongos alucinógenos (o enteógenos)

Al parecer, España podría haber sido pionera (cómo no) en el consumo de hongos de este tipo, a tenor de unas pintadas rupestres localizadas en Cuenca (panel de Selva Pascuala, en Villar del Humo), que incluirían representaciones de Psilocybe hispánica.



Los hongos alucinógenos fueron ampliamente utilizados en rituales religiosos. Los mazatecos, por ejemplo, pueblo indígena de Méjico (al que pertenecía María Sabina12, curandera famosa en la época hippie, que llamaba a los hongos “niños santos”), empleaban hongos de este tipo para sus cultos religiosos.

Los efectos alucinógenos de los hongos son de orden cromático. Presentan una orientación en relación al tiempo y el espacio y producen una sensación de extrapolación personal. Se experimentan estados eufóricos que muchos autores han relacionado con la embriaguez.

De los hongos psilocybe se consiguieron aislar dos principios activos, la psilocibina y la psilocina, que producen en el consumidor alucinaciones visuales, auditivas y estados de conciencia que, según estudios, sólo pueden alcanzar monjes o gurús tras varios años de prolongados ejercicios de meditación y respiración. Una empresa farmacéutica vendió estas cápsulas en los años 60 con el nombre comercial de Indocybin y tuvieron un amplio uso en el campo de la psiquiatría antes de su prohibición.

Y ya se mencionó en la sección anterior el LSD (Dietilamida del Ácido Lisérgico), derivado del cornezuelo o ergot, que también se empleó en diversos usos psiquiátricos.


Hongos útiles

Entre las especies medicinales más importantes podemos citar el Penicillium notatum y Penicillium chrysogenicum, de los que se extrae la penicilina, descubierta por Fleming en 1928 (quien afirmó que: "Si la penicilina cura a los enfermos, el Jerez resucita a los muertos").

Del Tolypocladium inflatum se extrae la Ciclosporina, un medicamento inmunosupresor, utilizado en trasplantes de órganos.

Hay hongos que producen taxol, un anticancerígeno.

Los “cuescos de lobo” y hongos afines, han sido empleados como antihemorrágicos.

Levadura
De lo más curioso es el Penicillium griseofulvum, componente principal de un antifúngico, la griseofulvina, utilizada para el tratamiento de micosis de piel, cabello y uñas.

Varias especies de Penicillium dan sabor a ciertos quesos (Roquefort, Cabrales, etc.). La levadura se emplea para producción de pan, vino, cerveza, bizcochos (ummm…)

Los hongos yesqueros han sido utilizados para encender fuego. Por ejemplo, los Fomes fomentarius secos se molían. El polvo resultante era conocido como yesca, muy inflamable. Se han encontrado restos de yesqueros en la momia del Hombre de los Hielos.

Se están empleando hongos para depurar aguas contaminadas y eliminar residuos.



Notas:

1. La micología es la ciencia que estudia los hongos. La Etnomicología podría definirse como el estudio de los usos tradicionales de los hongos por las diversas culturas.

2. La quitina (del griego χιτών, “túnica”, en referencia a su dureza), es un polisacárido que se encuentra también en el exoesqueleto (esqueleto externo, en contraposición al nuestro, que es interno) de los artrópodos (crustáceos, arácnidos e insectos).

3. Las setas son los cuerpos fructíferos de un conjunto de hongos que incluye muchas especies. Su principal función es desarrollar y diseminar las esporas que se almacenan en su interior.


 4. Las setas con forma de cerebro o intestino son muy tóxicas, incluso mortales en crudo (como la gyromitra esculenta o falsa colmenilla, por ejemplo).

5. También hay setas que son venenosas en crudo, pero sin embargo comestibles después de la cocción.

6. Se dice que Agripina mató (u ordenó matar) a su marido, el emperador Claudio, con un plato de hongos venenosos (probablemente amanita phalloides), para que su hijo Nerón accediera al trono.

7. El Gymnopilus spectabilis u hongo de la risa posee sustancias alucinógenas, que provocan ese mismo efecto referido en su nombre.

8. Las trufas presentan una relación micorrícica9 con árboles, como nogales, castaños, encinas y robles. 

Son subterráneas y se distribuyen por Europa. Probablemente sean los hongos comestibles más apreciados, en especial la trufa negra. La carne de todas las trufas es blanca al principio, y en los hongos maduros se vuelve más oscura y menos consistente. Debido a su olor tan característico, se buscan utilizando animales entrenados para ese fin, normalmente cerdos y perros.

 
En la Edad Media se las consideraba una manifestación del demonio, por su color negruzco y amorfismo.

9. Las micorrizas son asociaciones simbióticas del hongo con el sistema de raíces de las plantas; el hongo realiza la absorción de sales y minerales del suelo en forma mucho más eficiente que las raíces de la planta. Por su parte la planta proporciona los productos de fotosíntesis al hongo.

10. Hay hongos bioluminiscentes, usados incluso por algunos soldados en incursiones nocturnas. Se cree que la bioluminiscencia sirve para atraer insectos y poder así dispersar las esporas en lugares en los que no hay viento que se preste a ello, o actuar como advertencia para animales hambrientos.

11. Los hongos endófitos parasitan a ciertas plantas, pero a la vez las protegen del ataque de los animales, convirtiéndolas en venenosas. Viven dentro de las plantas, especialmente en los tallos y hojas, pero generalmente no dañan al anfitrión. Al parecer esta asociación confiere una mayor resistencia contra los insectos, los nematodos y las bacterias; también es posible que contribuya a la producción de alcaloides tóxicos usados por las plantas en su defensa contra los herbívoros.

12. “Hay un mundo más allá del nuestro, un mundo invisible, lejano pero también cercano. Allí vive Dios, viven los muertos, los espíritus y los santos. Es un mundo donde todo ha sucedido y donde todo se sabe. Este mundo habla y tiene un lenguaje propio. Los hongos sagrados me llevan y me traen al mundo donde todo se sabe”. María Sabina.

13. El Armillaria Ostoyae es el mayor organismo vivo (conocido) del mundo. Ocupa una extensión de más de 8,9 km2 y se estima que tendría 2400 años de antigüedad. Está acabando con el Bosque Nacional de Malheur, en Oregón.

Y pensaréis, ¿cómo se sabe que es un solo organismo? Cuando se descubrió que era el responsable de la muerte de grandes masas de árboles, los investigadores comenzaron a observarlos con más detalle. Al cortar un árbol infectado, descubrieron en su interior filamentos extensibles de color blanco – micelias -, que extraían agua y carbohidratos del árbol para alimentar al hongo. Los investigadores recogieron muestras del hongo en múltiples puntos a lo largo de un área muy amplia y analizaron el ADN. Cuando terminaron de recopilar y analizar las muestras descubrieron que todas pertenecían al mismo organismo.

14. Los hongos de mayor altura que se conocen (alcanzaban los 6 m), los llamados protaxites, se desarrollaron hace 350 millones de años, en el período devónico.


jueves, 3 de noviembre de 2011

De tentáculos (III)


Diezpiés

Tanto la sepia como el calamar son cefalópodos decapodiformes (tienen ocho brazos y dos tentáculos). Al igual que los pulpos, poseen tres corazones, y su sangre contiene hemocianina (sangre azul). También tienen cromatóforos, mediante los cuales cambian de color. Y tinta, para despistar a los depredadores.

Las sepias (y los nautilos1), al igual que sus antepasados, llenan de gas ciertas partes de su concha para flotar. Los calamares nadan por flotación dinámica, de forma similar a los tiburones, con propulsión a reacción de agua.


En color sepia

Si los pulpos son inteligentes, las sepias no les van a la zaga: son capaces también de resolver laberintos, recordar pistas, son curiosas… Se pueden encontrar múltiples testimonios de experiencias de “comunicación” con ellas, moviendo los dedos de forma similar a como ellas mueven los tentáculos, y… se comunican, sí, pero… no sabemos qué dicen (todavía).

Entre sí se comunican mediante rápidos cambios de color. Los machos hacen toda clase de impresionantes demostraciones, cuando determinan quién es dominante. Una sepia puede incluso ajustar simultáneamente un lado del cuerpo para mostrarse dominante hacia otros machos, mientras el otro lado puede mostrar un patrón calmado hacia una pareja potencial.
Ciertos machos incluso adoptan los patrones de color y forma femeninos para emparejarse clandestinamente con hembras protegidas por rivales más grandes.


Ojazos 

Calamar gigante
Su nombre proviene de su “hueso” calcáreo conocido como pluma o caña (calamus). Proporcionalmente a su tamaño, el calamar es el animal que tiene los ojos más grandes, siendo uno de los animales marinos con mejor visión. Puede alcanzar velocidades cercanas a los 50 Km/h.

Los calamares gigantes pueden llegar a medir 13 metros de longitud. El calamar colosal puede alcanzar los 14 metros, siendo el invertebrado más grande conocido.  

Un residente de las profundidades, llamado calamar vampiro (Vampyroteuthis infernalis, “calamar vampiro del infierno”), no es técnicamente ni un calamar ni un pulpo, pero tiene características de ambos. Debe su nombre a sus filamentos sensoriales retráctiles únicos. Puede curvar su membrana y brazos sobre el resto de su cuerpo, como un guante. Este cambio en su apariencia puede ayudarlo a evitar que lo ataquen los depredadores. Está recubierto enteramente de órganos productores de luz, llamados fotóforos, que podrían ayudar a confundir a sus potenciales depredadores (es capaz de producir flashes de luz).

Calamar vampiro


Notas:

1. La cuarta clase de cefalópodos (junto con pulpos, sepias, y calamares), son los nautilos. Considerados como fósiles vivientes (han sobrevivido sin apenas cambios durante millones de años), tienen normalmente más tentáculos que los otros cefalópodos, llegando en algunas especies a tener noventa. Su concha es uno de los mejores ejemplos de espiral logarítmica que se da en la naturaleza (el romanescu, esa especie de “brécol-coliflor extraterrestre”, crece también en una espiral logarítmica).

2. El Nautilus (uno de los dos géneros de nautilo, siendo el otro el allonautilus) era el nombre del submarino de Veinte mil leguas de viaje submarino, de Julio Verne, atacado por calamares gigantes (o pulpos, ya que en el libro, o al menos en la traducción, habla indistintamente de ambos, como si fuesen sinónimos, aunque afirma que los monstruos atacantes tienen ocho brazos).

3. Fueron probablemente los calamares y pulpos gigantes, los que dieron lugar a la leyenda del kraken.

4. El color sepia debe su nombre al derivado del pigmento de la tinta de la sepia común.

Metasepia pfefferi
5. La metasepia pfefferi es una sepia venenosa, siendo tan tóxica como el pulpo de anillos azules.

6. El ámbar gris proviene de los intestinos del cachalote (es una secreción biliar). Se piensa que se produce para facilitar el tránsito de objetos duros que no se hayan podido digerir, como los picos de calamares gigantes que hayan ingerido.

7. Los ammonites son una subclase de cefalópodos extintos. Abundantes en el Mesozoico, llegaron a alcanzar tamaños similares a ruedas de camión. En el Jurásico fueron el grupo más abundante en los mares.







martes, 1 de noviembre de 2011

De tentáculos (II)



Nueve cerebros.

Se dice que los pulpos tienen nueve cerebros, uno en la cabeza y otro en cada extremidad (los ocho restantes). Lo que ocurre es que su sistema nervioso es muy complejo, y unos dos tercios de sus neuronas se encuentran en los tentáculos. Estudios recientes indican que cada extremidad tiene su propio sistema nervioso independiente. Los tentáculos muestran una gran variedad de actos reflejos que se mantienen aunque no haya conexión con el cerebro.


Inteligentes y mucho.

En la anterior entrada mencionaba que son considerados los invertebrados más inteligentes. Tanto es así que en algunos países, los pulpos se encuentran en la lista de animales para experimentación en los cuales no se puede practicar cirugía sin anestesia.

Son capaces de aprender por observación. Pueden abrir recipientes con tapón de rosca y destapar botellas para alcanzar el contenido. También abundan las historias sobre pulpos que consiguen cada noche cambiar de acuario para comerse a sus habitantes, que a esas mismas horas, con nocturnidad y alevosía, “pasean” por los laboratorios, volviendo luego a su sitio, que resuelven laberintos, o escogen bolas de color adecuado, según se les requiera.

El pulpo coco es el primer invertebrado, del que se tiene conocimiento, que usa una herramienta: se desplaza con una o dos cáscaras de coco entre sus tentáculos para utilizarlas a modo de caparazón ante los depredadores. Cuando sienten peligro, se colocan dentro de una mitad y se tapan con la otra. Otra característica curiosa: se desplaza sobre dos patas, al igual que el pulpo alga. El primero, transporta el coco con las otras seis extremidades. El segundo, las emplea para “transformarse” en un alga, ocultándose así de sus depredadores.




Alguno hay "peligrosillo".

El pulpo de anillos azules, es un género de cefalópodos que se encuentra en el Océano Pacífico, y comprende cuatro especies. Según el Discovery Channel, es el cuarto animal más venenoso del planeta: estos pequeños animales (del tamaño de una pelota de golf) portan el veneno suficiente para matar a 26 seres humanos en pocos minutos. No hay antídoto conocido para su veneno.


 

Notas:

1. Los pulpos aparentemente son sordos (también se dice que tienen “audición limitada”).

2. Sus ojos, similares a los nuestros (teniendo también iris, pupila y retina), son tan avanzados que los fabricantes de cámaras los han utilizado como modelo para mejorar las lentes de las mismas, consiguiendo imágenes más claras, y cámaras más pequeñas y más baratas de fabricar.

3. La mayoría de los pulpos pueden expeler tinta para defenderse, la cual se cree puede reducir la eficacia de los órganos olfativos de los depredadores que emplean el olfato para cazar, como los tiburones. Algunos pulpos pueden “dejar” un tentáculo ondulante como distracción a los depredadores, de manera similar a las lagartijas.  Hablando de tiburones, se conocen casos de grandes pulpos que han cazado ciertas especies de tiburones.

4. Pueden alcanzar velocidades de hasta 40 km/h, tomando agua y exhalándola después a través del sifón (como un globo), pudiendo cambiar de dirección rápidamente.

5. Viven en una guarida, bajo una roca, en una grieta o dentro de recipientes abandonados en el fondo, como botellas, y cambian de hogar cada semana o cada dos. Una de las formas que emplea el ser humano para  pescar este animal es dejar recipientes como vasijas en el fondo, unidos con un cordel, y recogerlos al día siguiente (en realidad, los pulpos se pescan solos).

6. Uno de los tentáculos es el órgano reproductor (hectocotylus).

7. El conocido como pulpo de siete tentáculos, tiene en realidad ocho, estando el octavo del macho (el hectocotylus) enrollado en una bolsa debajo del ojo derecho. Es también el pulpo más grande que se conoce (hasta 4 m de largo y unos 75 kg de peso), en disputa con el pulpo gigante, del cual ha habido informes de ejemplares aún más grandes (unos 9 m de longitud).

8. El pulpo común vive una media de tres a cinco años. Tras aparearse, el macho vive unos meses más, mientras la hembra muere tras la eclosión de los huevos (dispuestos en la mayoría de las especies en racimos en el techo de su guarida), que ha estado cuidando, oxigenándolos y manteniendo alejados a los depredadores, sin alimentarse en todo ese periodo. Pero no mueren de inanición, sino por muerte programada genéticamente, a través de secreciones endocrinas de las glándulas ópticas.

9. Existen unas 300 especies reconocidas de pulpos (más de un tercio del total de especies conocidas de cefalópodos).

viernes, 28 de octubre de 2011

De tentáculos (I)


Hace unas semanas, mientras “esnorkeleaba”, pude por fin observar un pulpo en acción, desplazándose y cambiando de color. Mi “asignatura” pendiente es ahora ver una sepia. A los primeros, las segundas y los calamares, va dedicada esta entrada.


El Rey Pulpo

¿Por qué rey? Un par de razones: es el invertebrado más inteligente (del que tengamos conocimiento), y tiene sangre azul real. ¿Azul? - Os preguntaréis. ¿Cómo es eso posible?

Los pulpos (y las sepias y calamares) emplean hemocianina, la cual contiene cobre, en lugar de hemoglobina, como nosotros, que contiene hierro. Por esta razón es azul.


Fijáos ahora en este esquema de la anatomía de este cefalópodo (de céfalo (kephalé), cabeza, y pódos, pies), del orden de los octópodos (de octó, ocho y el pódos anteriormente comentado). Buscad la palabra “heart” (corazón).



Curioso, ¿verdad? No pone “heart”, sino “hearts”, en plural. ¿Quiere eso decir que tiene más de un corazón? En el esquema se pueden distinguir tres...

Efectivamente, el pulpo tiene nada menos que tres corazones: dos bombean sangre a las branquias, y el tercero, al resto del cuerpo.


Como Mortadelo

Los pulpos son además los reyes del camuflaje. Son capaces, gracias a su complejo sistema nervioso y sus cromatóforos, de cambiar de color en menos de un segundo. Pero no solo eso: hay una especie de pulpo, el pulpo mimo, o imitador que, como su propio nombre indica, puede imitar a otros animales. Cambiando de color y flexionando su cuerpo y extremidades, es capaz de imitar la apariencia física y movimientos de más de quince especies diferentes, entre las que se pueden destacar medusas, estrellas de mar, serpientes marinas, cangrejos, conchas y peces... A qué especie imitar podría en ocasiones decidirlo en base al depredador que le esté acechando (se disfrazaría de depredador del mismo que le acecha).




Notas:

1. Para sobrellevar los bajos niveles de oxígeno que transporta su sangre, el pulpo mantiene una presión sanguínea alta constante, y tiene tres corazones.

2. Los cromatóforos son células con pigmentos en su interior, que relejan la luz. Los pulpos poseen órganos cromatóforos realmente complejos, controlados por músculos. En cambio, ciertos vertebrados, como el camaleón, producen efectos similares mediados en este caso por vías de señalización celular. Los humanos solo tenemos una clase de células del tipo de los cromatóforos: los melanocitos, células de la epidermis que se encargan producir melanina, que genera el color de la piel, los ojos y el pelo. Su función principal es bloquear los rayos ultravioleta del Sol, evitando así que se pueda dañar el ADN de las células de estas regiones tan expuestas a la luz.